Un escalofrío recorre mi cuerpo
escucho el llanto de niños
podrían ser mis hijos
siento su temor en plexo
y un nudo en mi garganta
estruja mi alma,
el llanto brota sin control
de sólo pensar
que jóvenes hoy sin nombre
enviados a primera línea
serán carne de cañón
a primera hora en la mañana.
Truncaron su fututo
médicos, profesores
ingenieros, poetas, etc,
pronto estarán
tirados sin palpitaciones
muertos como piedras
sin saber la verdadera razón
los negocios bajo la mesa
de esta estúpida guerra.
Jóvenes de ambos bandos
perdonen nuestro silencio
nuestros brazos cruzados
nuestra cobardía
por no salir a las calles
y gritar a voz en cuello
que las balas no solucionan nada
traen solo llanto, maldición y espanto
espanto, mierda de espanto
espanto de humanidad.
tal vez llora la tierra
al ver que somos malditos virus
que enfermamos y matamos
a nuestros propios hermanos.

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