Yace en mi almohada
el candor de tu mirada
espejos en los que me observo
y me gusta lo veo
hay sonrisas
magia de milenios
paz en la oscuridad
dulzura en cada palabra
perfume de tu nigromancia
que sin querer envuelve mi alma
atas mi vida a tu corazón
y vuelan al infinito en perfecta unión.
Y aunque etérea tu figura
siento el magma en tu epidermis
acariciar mis sábanas
es recorrer tu espalda
toda mía
dedos deslizándose
en tu bella piel morena
electricidad que moviliza mis células
y me lleva a repetir en silencio
en silencio cada instante, cada día,
infinitas veces, Alhamdulillah.

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